SALVO EN DOS TRIMESTRES, NO HA PARADO DE BAJAR DESDE 2020, LO QUE METE MÁS PRESIÓN A LOS PRECIOS.
La oferta de vivienda en venta no para de menguar. En el último trimestre de 2023 se redujo un 8% en términos interanuales, acelerando así el retroceso del 4% que ya experimentó entre julio y septiembre, según los datos recopilados por Idealista.
El stock de producto disponible acumula así prácticamente cuatro años de retrocesos. Salvo en el primer trimestre de 2020 -1%- y en el segundo de 2021 -3%-, en el resto ha ido sumando caídas de mayor o menor cuantía, alcanzando su pico en el segundo de 2020 cuando, coincidiendo con la pandemia del coronavirus y el cuasi cierre del mercado inmobiliario, se hundió un 12%.
Para Idealista, la falta de viviendas tiene un responsable muy claro: la escasez de producto de obra nueva. La consecuencia de esta escasez es una mayor presión sobre los precios.
FUENTE PERIODÍSTICA: LA RAZÓN